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martes, 7 de octubre de 2014

El Ébola, explicado: Lo que debes saber; y por lo que no debes preocuparte.


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"Virus Ebola" por CDC/ Dr. Frederick A. Murphy
Licensed under Public domain via Wikimedia Commons.2









  • Por Nadia Drakewww.wired.com 
  • 03/ Octubre/ 2014





  • Usted debería preocuparse por el virus del Ébola, si vive en alguna parte del África Occidental. Pero en otros países, no mucho.
    Con el primer caso de Ébola diagnosticado en Estados Unidos , el cual fue confirmado la semana pasada, las personas se están poniendo nerviosas al respecto. Pero el Ébola es improbable que se transforme en un problema en los países desarrollados. Una de las razones es que no es tan fácil de transmitir, como es el caso de otras enfermedades. No se disemina a través del aire como la influenza; para resultar infectado con ébola una persona debe estar en contacto con los fluidos corporales de otra persona infectada.
    Y quizá, el dato más importante es, que hasta que una persona no presente los síntomas de la enfermedad (fiebre, náuseas, dolor abdominal, etc.); no son contagiosos.
    Todavía persisten las preocupaciones a cerca del vuelo que trajo a esa persona con ébola a Dallas (antes que le iniciaran los síntomas); mientras que otros están preocupados por haber tenido contacto con los familiares del paciente en cuestión (que han convivido en la misma casa con él), pero no han desarrollado síntomas, por el momento.
    Para explicar el porqué estos temores son innecesarios, explicaremos lo que el virus hace dentro del cuerpo humano, desde la transmisión, infección, enfermedad y muerte.

    Transmisión


    “Éste virus no se transfiere tan facilmente de una persona a otra. Pareciera que sí, pero es porque hablar del ébola resulta atemorizante. Es una enfermedad desconocida, tiene una tasa de fatalidad alta, requiere aislamiento o cuarentena y no tiene cura,” nos comenta la bioquímica Sharon Crary, de la Universidad DePauw. Crary ha estudiado el virus del Ébola trabajando con el CDC de Atlanta en el departamento de "Virus Patógenos Especiales", en donde formó parte del equipo de respuesta, en el brote de Ébola en Gulu, Uganda (en el año 2000).

    El Ébola no es más contagioso que el resfriado, por ejemplo. O el sarampión, el cual resulta una amenaza cada vez mayor para los Estados Unidos, debido a que las personas han dejado de vacunar rutinariamente a sus hijos. Los Científicos estiman que una persona infectada con sarampión puede transmitir la enfermedad a 18 personas; en el caso del ébola, esa cifra está alrededor de dos (personas).

    La forma de transmisión del ébola no se le parece en nada a las del sarampión o la influenza (gripe), el ébola no es muy "sigiloso". No se puede transmitir por el aire, y no es contagioso antes que los primeros síntomas aparezcan. El Ébola se transmite a través de fluidos corporales infectados (como sangre, vómito, saliva, semen, y heces) los cuales requieren tener contacto directo con las mucosas (ojos, boca o nariz); o contacto con alguna herida en la piel.
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    «Partículas de virus Ébola» por Thomas W. Geisbert, Boston University School of Medicine. Disponible bajo la licencia CC BY 2.5 vía Wikimedia Commons.

    Es por todo esto, que sería improbable un gran brote en los países desarrollados, porque los hospitales están bien equipados para manejar este tipo de enfermedades, y las medidas de contención epidemiológicas están listas para frenar cualquier potencial transmisión. Sería relativamente fácil de contener.
    En cambio, para un trabajador de la salud en África Occidental, el ébola es una seria preocupación, debido a que una diminuta herida en la piel (que podría haber pasado desapercibida), puede ser la puerta de entrada para las partículas virales (de allí la necesidad de guantes y trajes de aislamiento de cuerpo completo). En las regiones que carecen de los suministros más básicos, además de falta de educación e infraestructura; éstos brotes pueden ser catastróficos. Ésto es lo que está ocurriendo en el África Occidental en Liberia, Guinea y Sierra Leone, donde más de 3300 personas han fallecido desde diciembre 2013.

    Infección

    Aunque el virus del ébola (Zaire ebolavirusno es tan fácil de transmitir de persona a persona; es terriblemente mortal: la tasa de mortalidad está alrededor de 50 porciento, pero otras cepas pueden resultar más virulentas, incluso, con un 90 % de mortalidad entre los infectados. Tampoco existe un tratamiento específico contra el Ébola. Cuando el virus, gradualmente, toma el control del cuerpo de la víctima, desencadena una fiebre hemorrágica, que algunas veces se manifiesta con síntomas horribles (diarreas hemorrágicas y vómitos con sangre).
    El virus del Ébola es largo y delgado, los científicos los describen como "unos fideos microscópicos y letales". Cuando llegan al interior del cuerpo, éstas partículas atacan el sistema inmune (las defensas del organismo), el hígado, los riñones y los glóbulos blancos (células sanguíneas).
    Una vez dentro de la célula, el virus inicia "la guerra". Primero, hace copias de su propio material genético. Luego, modifica la maquinaria celular, que normalmente produce proteínas necesarias para la célula; y la transforma en una fábrica de proteínas virales. Todas éstas proteínas, posteriormente se ensamblan para formar nuevos virus, los cuales salen de la célula infectada en busca de más células para infectar.
    “Éste ciclo continúa, por lo que el número de células infectadas se incremente de forma exponencial,” nos indica Crary.

    Wikipedia CC
    Los primeros síntomas del Ébola, como dolor de cabeza, fiebres muy altas, dolores abdominales y náusea; no aparecen hasta que existan suficientes células infectadas (con el virus). Y dicha cantidad toma un tiempo en conseguirse.
    Y no es hasta que éstos síntomas aparecen, que una persona infectada se convierte en una persona contagiosa. Los científicos no están seguros de porqué ocurre esto, pero algunos estudios en primates han demostrado que no hay partículas virales en el plasma sanguíneo antes del aparecimiento de los primeros síntomas (en monos infectados con Ébola, ésto ocurre alrededor de los 3 días post-exposición). Inicialmente, las cargas virales antes que aparezcan los síntomas, se encuentran en el bazo y los ganglios linfáticos (lugares con los que no se puede tener contacto directo para contagiarse).
    “Al parecer se requiere que existan muchas partículas virales, dentro de los tejidos de un infectado, antes que el virus empiece a salir hacia los fluidos corporales (para ser contagioso y poder infectar a otros),” nos comenta Crary. “Y ésta alta concentración viral no ocurre hasta muy tarde en la infección, cuando los síntomas empiezan a aparecer.”
    Esta es la explicación, más simple, del porqué no se puede contraer el Ébola compartiendo un avión, o una mesa de restaurante o una casa; con alguien que no ha empezado a mostrar los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, hay personas preocupadas por haber compartido el avión con el primer paciente de ébola diagnosticado en Estados Unidos; desde Liberia a Texas, a pesar del hecho de que el paciente aún no tenía ningún síntoma, cuando viajó.
    “A pesar de que los funcionarios de salud sostienen que no hay riesgo para los pasajeros, si usted también viajó en ese vuelo (con un infectado por Ébola), podría ser una información que usted necesita saber,” demanda un artículo (un poco alarmista) en ABC News.
    En realidad, la información (del artículo de ABC News) es completamente intrascendente.
    “La persona no tenía ningún síntoma,” nos dice Crary. “Él no tenía suficientes virus en su cuerpo, para que sus fluidos corporales fueran contagiosos. Por lo que, simplemente, no exitía forma alguna que esparciera algún virus en ese avión.”
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                                                   «Brotes de Ébola desde 1976 hasta 2008» 
                                                               por Zorecchi - Trabajo propio
                                  Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.

    Enfermedad y Muerte

    No fue hasta que el paciente pasó varios días en Texas, que empezó a mostrar síntomas (alrededor de 9 días después fue que los médicos sospecharon que él estaba infectado). El período normal de incubación va desde los 2 días hasta las 3 semanas, con la mayoría de los pacientes mostrando signos de enfermedad, entre los 7 a 10 días después de la exposición, nos indica el epidemiólogo matemático Gerardo Chowell-Puente de la Universidad Estatal de Arizona.
    Aunque los primeros síntomas pueden ser parecidos al aparecimiento de una gripe; lo que ocurre dentro del cuerpo del paciente es muy diferente (de lo que ocurre con el virus de la gripe). En éste punto de la enfermedad, el hígado de un paciente infectado con ébola está siendo atacado, lo que le produce un dolor abdominal severo. Los vasos sanguíneos (arterias y venas) están siendo, gradualmente, destruidos, lo que lleva a sangrados masivos tanto internos, como externos. A estas alturas de la enfermedad los órganos empiezan a fallar. La presión arterial baja extremadamente, debido a la pérdida masiva de fluidos. Usualmente, todo esto suele ser mortal; la combinación de la pérdida de la presión arterial, el desequilibrio de fluidos y electrolitos y la falla de múltiples órganos, da un golpe final e irreversible.
    Se desconoce cuánto tiempo puede sobrevivir el virus del Ébola fuera de su huésped. Pero un estudio en 2007 sugiere que study las partículas virales pueden sobrevivir por al menos 6 horas a temperatura ambiente (del África Subsahariana); pero solamente en sangre. Pero lo que sí sabemos es que los cuerpos de los fallecidos, son potentes incubadores virales que pueden permanecer infectantes durante días, y la transmisión de la enfermedad durante los rituales funerarios tradicionales (del África Occidental) es una de las razones por las cuales éste brote ha continuado.
    En éste brote de África Occidental, cada persona infectada le transmite la enfermedad a un promedio de 1.5 a 2.0 personas suceptibles, nos comenta Chowell-Puente. Esta es una de las razones por la que algunos expertos han realizado cálculos y estimaciones en las cuales, el brote podría alcanzar los 270,000 casos para finales de éste año, si no se realizan las intervenciones y medidas apropiadas para contenerlo.
    Es fácil visualizar cómo, en esta era de la aviación se hace extremadamente sencillo tener un pasaporte y comprar un boleto de avión y estar al día siguiente en cualquier parte del planeta; las personas alrededor del mundo podrían estar asustadas por la diseminación de enfermedades mortales. Y no es difícil de imaginar una situación en la que el virus del Ébola pueda ganar fuerza fuera de África; pero las naciones más desarrolladas no tienen razones para estar asustados por el Ébola. Ciertamente, es una tranquilidad para esos países y un reto de salud pública muy importante para los países menos desarrollados.
    Traducción al castellano para fines, exclusivamente de divulgación científica; sin ningún fin de lucro. Todos los derechos reservados para Wired.com y Nadia Drake.